CONSEGUI MAS INFO:
PAULA ASCURRA
Altura / Height: 1.73 / 5.8
Busto / Bust: 85 / 34
Cintura / Waist: 61 / 23.5
Cadera / Hips: 90 / 35
Talle / Dress: 36 / 6
Zapatos / Shoes: 38 / 7
Ojos / Eyes: Azul / Blue
Cabello / Hair: Marrón / Brown
sábado, 4 de octubre de 2008
Estudiantes en la Sudamericana (La Gata no jugo)
Copero y mañoso...Estudiantes sacó a relucir su historia en Sarandí: se adueñó del medio, durmió la pelota y así aguantó hasta el final con uno menos. Lo espera el Botafogo.
Sigue Estudiantes. No se bajó en esta estación de la Sudamericana, al contrario, tuvo el olfato suficiente para dormir el partido en el medio, le sobraron los conocimientos que lleva en la sangre, los que heredaron de la Bruja Verón Padre, Bilardo, Manera, Pachamé, Malbernat y tantos otros... Sabe de qué se trata esto, por eso saltan los miles que llegaron desde La Plata, no importa el cómo se logró, sino que continúan en el tren, porque van por más, quieren más, acaso porque la historia se lo demanda.En estos partidos coperos, las mañas pueden ser una estrategia significativa. Entonces, Estudiantes apeló a su ADN internacional, hizo su negocio con dos centrales que anularon a Sava y el Papu Gómez, las esperanzas de Arsenal. Y en el mediocampo, con la impronta de Verón, las ganas de Galván y el orden de Matías Sánchez, se cocinó el resto del asunto. La batalla tuvo un dueño de la posesión, el visitante, que durmió la pelota, que tejió un laberinto de piernas, un juego empiojado que consumió los minutos sin que se generan situaciones de peligro. El Pincha conoce el paño y apeló a esos viejos estigmas que le dieron fama mundial. Sacó a relucir su gloriosa vitrina por Sarandí: y así, la Suruga Bank quedó reducida a la nada. De hecho, Andújar apenas agarró algún tirito perdido; mientras que Cuenca tuvo la ayuda celestial de Galván, que definió mal un mano a mano.Ese amago previo de Garnero, que había insinuado salir a matar con tres puntas, recién se hizo realidad en el segundo tiempo con el ingreso de Leguizmón, el descarriado que salió por la puerta de atrás de Gimnasia por cambiarle la camiseta a Verón. El DT entendió que debía cambiar, que era tiempo jugarse la última ficha a esta Copa porque en el torneo local las cosas vienen complicadas. Aunque no fue un avión, el Arse jugó con más entusiasmo, llegó con centros (Casteglione metió un cabezazo bárbaro que tapó Andújar), con más movilidad, con empuje...Pero no fue suficiente. Se acordó tarde. Sobre todo porque enfrente hubo un rival duro, inteligente, que sabe de memoria esto de jugar copas. Y sigue...
Sigue Estudiantes. No se bajó en esta estación de la Sudamericana, al contrario, tuvo el olfato suficiente para dormir el partido en el medio, le sobraron los conocimientos que lleva en la sangre, los que heredaron de la Bruja Verón Padre, Bilardo, Manera, Pachamé, Malbernat y tantos otros... Sabe de qué se trata esto, por eso saltan los miles que llegaron desde La Plata, no importa el cómo se logró, sino que continúan en el tren, porque van por más, quieren más, acaso porque la historia se lo demanda.En estos partidos coperos, las mañas pueden ser una estrategia significativa. Entonces, Estudiantes apeló a su ADN internacional, hizo su negocio con dos centrales que anularon a Sava y el Papu Gómez, las esperanzas de Arsenal. Y en el mediocampo, con la impronta de Verón, las ganas de Galván y el orden de Matías Sánchez, se cocinó el resto del asunto. La batalla tuvo un dueño de la posesión, el visitante, que durmió la pelota, que tejió un laberinto de piernas, un juego empiojado que consumió los minutos sin que se generan situaciones de peligro. El Pincha conoce el paño y apeló a esos viejos estigmas que le dieron fama mundial. Sacó a relucir su gloriosa vitrina por Sarandí: y así, la Suruga Bank quedó reducida a la nada. De hecho, Andújar apenas agarró algún tirito perdido; mientras que Cuenca tuvo la ayuda celestial de Galván, que definió mal un mano a mano.Ese amago previo de Garnero, que había insinuado salir a matar con tres puntas, recién se hizo realidad en el segundo tiempo con el ingreso de Leguizmón, el descarriado que salió por la puerta de atrás de Gimnasia por cambiarle la camiseta a Verón. El DT entendió que debía cambiar, que era tiempo jugarse la última ficha a esta Copa porque en el torneo local las cosas vienen complicadas. Aunque no fue un avión, el Arse jugó con más entusiasmo, llegó con centros (Casteglione metió un cabezazo bárbaro que tapó Andújar), con más movilidad, con empuje...Pero no fue suficiente. Se acordó tarde. Sobre todo porque enfrente hubo un rival duro, inteligente, que sabe de memoria esto de jugar copas. Y sigue...
Estudiantes en la Sudamericana... ((La Gata no jugo)
COPA SUDAMERICANA: ARSENAL 0 - ESTUDIANTES 0Copero y mañoso...Estudiantes sacó a relucir su historia en Sarandí: se adueñó del medio, durmió la pelota y así aguantó hasta el final con uno menos. Lo espera el Botafogo.
Sigue Estudiantes. No se bajó en esta estación de la Sudamericana, al contrario, tuvo el olfato suficiente para dormir el partido en el medio, le sobraron los conocimientos que lleva en la sangre, los que heredaron de la Bruja Verón Padre, Bilardo, Manera, Pachamé, Malbernat y tantos otros... Sabe de qué se trata esto, por eso saltan los miles que llegaron desde La Plata, no importa el cómo se logró, sino que continúan en el tren, porque van por más, quieren más, acaso porque la historia se lo demanda.En estos partidos coperos, las mañas pueden ser una estrategia significativa. Entonces, Estudiantes apeló a su ADN internacional, hizo su negocio con dos centrales que anularon a Sava y el Papu Gómez, las esperanzas de Arsenal. Y en el mediocampo, con la impronta de Verón, las ganas de Galván y el orden de Matías Sánchez, se cocinó el resto del asunto. La batalla tuvo un dueño de la posesión, el visitante, que durmió la pelota, que tejió un laberinto de piernas, un juego empiojado que consumió los minutos sin que se generan situaciones de peligro. El Pincha conoce el paño y apeló a esos viejos estigmas que le dieron fama mundial. Sacó a relucir su gloriosa vitrina por Sarandí: y así, la Suruga Bank quedó reducida a la nada. De hecho, Andújar apenas agarró algún tirito perdido; mientras que Cuenca tuvo la ayuda celestial de Galván, que definió mal un mano a mano.Ese amago previo de Garnero, que había insinuado salir a matar con tres puntas, recién se hizo realidad en el segundo tiempo con el ingreso de Leguizmón, el descarriado que salió por la puerta de atrás de Gimnasia por cambiarle la camiseta a Verón. El DT entendió que debía cambiar, que era tiempo jugarse la última ficha a esta Copa porque en el torneo local las cosas vienen complicadas. Aunque no fue un avión, el Arse jugó con más entusiasmo, llegó con centros (Casteglione metió un cabezazo bárbaro que tapó Andújar), con más movilidad, con empuje...Pero no fue suficiente. Se acordó tarde. Sobre todo porque enfrente hubo un rival duro, inteligente, que sabe de memoria esto de jugar copas. Y sigue...
Sigue Estudiantes. No se bajó en esta estación de la Sudamericana, al contrario, tuvo el olfato suficiente para dormir el partido en el medio, le sobraron los conocimientos que lleva en la sangre, los que heredaron de la Bruja Verón Padre, Bilardo, Manera, Pachamé, Malbernat y tantos otros... Sabe de qué se trata esto, por eso saltan los miles que llegaron desde La Plata, no importa el cómo se logró, sino que continúan en el tren, porque van por más, quieren más, acaso porque la historia se lo demanda.En estos partidos coperos, las mañas pueden ser una estrategia significativa. Entonces, Estudiantes apeló a su ADN internacional, hizo su negocio con dos centrales que anularon a Sava y el Papu Gómez, las esperanzas de Arsenal. Y en el mediocampo, con la impronta de Verón, las ganas de Galván y el orden de Matías Sánchez, se cocinó el resto del asunto. La batalla tuvo un dueño de la posesión, el visitante, que durmió la pelota, que tejió un laberinto de piernas, un juego empiojado que consumió los minutos sin que se generan situaciones de peligro. El Pincha conoce el paño y apeló a esos viejos estigmas que le dieron fama mundial. Sacó a relucir su gloriosa vitrina por Sarandí: y así, la Suruga Bank quedó reducida a la nada. De hecho, Andújar apenas agarró algún tirito perdido; mientras que Cuenca tuvo la ayuda celestial de Galván, que definió mal un mano a mano.Ese amago previo de Garnero, que había insinuado salir a matar con tres puntas, recién se hizo realidad en el segundo tiempo con el ingreso de Leguizmón, el descarriado que salió por la puerta de atrás de Gimnasia por cambiarle la camiseta a Verón. El DT entendió que debía cambiar, que era tiempo jugarse la última ficha a esta Copa porque en el torneo local las cosas vienen complicadas. Aunque no fue un avión, el Arse jugó con más entusiasmo, llegó con centros (Casteglione metió un cabezazo bárbaro que tapó Andújar), con más movilidad, con empuje...Pero no fue suficiente. Se acordó tarde. Sobre todo porque enfrente hubo un rival duro, inteligente, que sabe de memoria esto de jugar copas. Y sigue...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
